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Cada año 15.000 pacientes participan en ensayos clínicos promovidos por la industria farmacéutica en España

España se ha convertido en uno de los países de referencia en investigación clínica, hasta el punto de que cada año casi 15.000 pacientes participan en ensayos clínicos (la fase del desarrollo de los nuevos fármacos en la que se analiza en personas la seguridad y eficacia) promovidos por las compañías farmacéuticas.

“Estos ensayos clínicos suponen ingresos muy importantes para los hospitales públicos y privados, consiguen que los clínicos tengan reputación a nivel internacional y suponen una gran esperanza para los pacientes, que muchas veces tienen enfermedades graves, han fracasado con los tratamientos anteriores y siguen vivos gracias a que han sido incluidos en un ensayo”.

Así lo explica el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, en una entrevista en vídeo [1] realizada con motivo de la concesión a la Asociación, en representación del sector, del Premio Dirigentes a la Innovación [2], que concede la revista del mismo nombre desde hace tres décadas.

“Cada año dedicamos 130.000 millones de euros a escala global a desarrollar medicamentos innovadores para tratar enfermedades sin curación”, destaca en el vídeo Martín Sellés, que pone de relieve que España está hoy “en una situación de privilegio en innovación biomédica”, dado que para muchas compañías farmacéuticas es el segundo o tercer país, tras Estados Unidos y China, con mayor participación en ensayos.

El presidente de Farmaindustria explica que ve el futuro de la inversión de la industria farmacéutica en España “con esperanza”, dada la oportunidad que la investigación clínica constituye para el país si se aplica la estrategia adecuada. En este sentido, destaca la importancia de los fondos que se dediquen al sistema sanitario, y considera que ha llegado el momento de que España incremente la inversión en sanidad pública del actual 6% del PIB al 7%, como muchos de los países europeos. La realidad, “con cada vez más pacientes crónicos y más innovación transformacional”, entre otros desafíos, exige ese esfuerzo. “Y en ese entorno del 7% del PIB –afirma Sellés- podríamos traer mucha más inversión a nuestro país tanto para centros de investigación como para ensayos clínicos y centros de producción”.