[1]José Zamarriego, en una imagen de archivo.
La industria farmacéutica es un sector innovador por excelencia en un entorno altamente regulado que necesita poder acreditar que sus interrelaciones con profesionales y organizaciones sanitarias y con organizaciones de pacientes se hacen bajo unos principios de responsabilidad y profesionalidad que generen confianza y credibilidad. Estos son los elementos básicos que las compañías han desarrollado a través de su sistema de autorregulación y que es una referencia a nivel nacional e internacional. Así lo explicó el director de la Unidad de Supervisión Deontológica de Farmaindustria, José Zamarriego, en una conferencia en la III Jornada de Derecho Farmacéutico [2] que organizó este lunes, 3 de junio, el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM).
El Sistema de Autorregulación [3] nace bajo el compromiso de los partícipes, los laboratorios miembros de Farmaindustria, y por su naturaleza es obligatorio una vez aprobado. Ahí radica su verdadera fortaleza, que siendo voluntaria su aceptación, una vez dentro, su nivel de compromiso en cumplir con lo que se establece en el mismo es total. Con todas sus consecuencias. La garantía de cumplimiento y de velar para que los participantes operen bajo las mismas condiciones, fomentando la competencia, son los órganos de control del propio Sistema. En España existen tres órganos de control: la Unidad de Supervisión Deontológica, la Comisión Deontológica y el Jurado de Autocontrol. Todos ellos responden a los principios fundamentales de imparcialidad e independencia.
La conferencia se apoyó en numerosos ejemplos para exponer cómo la industria farmacéutica ha sido capaz de anticiparse al legislador en un contexto exigente de lo que se denomina compliance: capacidad de las organizaciones de acreditar la intencionalidad de la acción previa a su ejecución cumpliendo con toda la normativa vigente que incluyen los sistemas de autorregulación y los códigos de conducta. Gracias a la prevención y a la transparencia que el sistema de autorregulación exige, se puede acreditar que los laboratorios farmacéuticos miembros de Farmaindustria están comprometidos con las buenas prácticas en sus interrelaciones con sus principales grupos de interés.