Los nuevos tratamientos contra el cáncer están cambiando el sino de la batalla contra esta enfermedad, logrando mayores tasas de curación, de supervivencia y de calidad de vida de los pacientes.
El cáncer no es una única enfermedad. Bajo este nombre se engloban más de
200
patologías distintas
El cáncer es una de las principales causas de morbimortalidad del mundo. Las estimaciones poblacionales indican que el número de casos nuevos aumentará en las dos próximas décadas, alcanzando los 29,5 millones en 2040
Estos porcentajes son inferiores a las cifras que se manejaban hace un lustro, a pesar del aumento de la incidencia del cáncer en nuestro país y de una mayor disponibilidad de opciones terapéuticas para estas patologías.
En la última década hay más avances en el tratamiento del cáncer renal que en los 50 años anteriores. El abordaje del carcinoma de riñón avanzado que no responde a los tratamientos habituales vive una nueva era gracias a dos fármacos diferentes.
El primero es un inhibidor de puntos de control. Actúa sobre moléculas que desempeñan un papel fundamental en la capacidad del sistema inmune para reconocer y atacar al cáncer.
El segundo es un fármaco que inhibe la acción de las tirosina quinasas, enzimas que actúan como interruptores de muchos procesos celulares, incluyendo el cáncer. Ambos tratamientos mejoran la supervivencia en pacientes con cáncer renal avanzado frente a los tratamientos habituales.
Así, en el primer caso, la mediana de supervivencia global es de 25 meses en comparación con los 19,6 meses para los que fueron tratados con el tratamiento estándar.
En el segundo ejemplo, los análisis muestran que la supervivencia libre de progresión en pacientes con cáncer renal avanzado fue de 7,4 meses, frente a los 3,8 meses para los que recibieron el tratamiento preexistente, y la tasa de respuesta objetiva (la proporción de pacientes cuyos tumores se redujeron) fue del 21% en el grupo tratado con el nuevo medicamento y del 5% en los que recibieron el antiguo.
La mayor parte de los avances en la última década se han dado en
La mediana de supervivencia ha aumentado desde los 12-18 meses en 2005 a los 32-36 meses en la actualidad.
El tratamiento del cáncer colorrectal experimentó un primer gran avance hace una década con la llegada de los primeros fármacos anti-angiogénicos. Estos medicamentos son eficaces en aproximadamente la mitad de los cánceres colorrectales.
Concretamente, en aquellos que no tienen mutaciones en los genes RAS ni EGFR. En la actualidad se trabaja para que estos fármacos puedan controlar la enfermedad a más largo plazo.
En España se diagnostican al año 7.810 casos de este tipo de tumor, que es el sexto en mortalidad con 5.389 defunciones y que suele detectarse cuando se encuentra ya en estadios avanzados (el 65%) porque tiene poca sintomatología en las fases iniciales.
Un nuevo fármaco combinado con quimioterapia aumenta la supervivencia global de los pacientes con cáncer gástrico en fase avanzada en torno a un 30% respecto a las terapias utilizadas hasta ahora.
El cáncer de pulmón ha pasado en apenas una década de contar únicamente con la quimioterapia a tener hasta una decena de fármacos biológicos ya disponibles.
Los tratamientos inmunoterápicos consiguen que entre el 20% y el 30% de enfermos por cáncer de pulmón abocados a morir sobrevivan.
En los años 80, las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama tenían unas posibilidades de estar libres de recaída a los 5 años tras el diagnóstico que se situaba en torno al 70%. En la actualidad la cifra se aproxima a casi un 90%.
Este beneficio se ha alcanzado gracias a los anticuerpos monoclonales y a su combinación y a la inmunoterapia, entre otras opciones terapéuticas.
