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Medicamentos: cómo es el camino desde el laboratorio hasta el paciente

 

Todos los días miles de personas acuden a su farmacia o al hospital para conseguir los tratamientos que necesitan. Un hecho cotidiano que es sólo el final del largo camino que recorre un medicamento desde su descubrimiento hasta llegar a los pacientes. Para visualizar cómo se produce este recorrido y las diferentes etapas que implica, la Federación Europea de la Industria Farmacéutica –a la que pertenece Farmaindustria– ha elaborado un vídeo [1] de apenas 3 minutos en el que se explica además cómo ha influido en este complejo proceso la actual pandemia de coronavirus.

El proceso de un nuevo medicamento [2] comienza con la etapa de investigación y el desarrollo clínico para descubrir un nuevo compuesto, que posteriormente se somete a ensayos clínicos para comprobar su seguridad y eficacia [3], para que puedan ser aprobados finalmente por las autoridades sanitarias.

Posteriormente, se planifica la cadena de suministro, para garantizar su producción a gran escala y la distribución comercial. El proceso de fabricación comienza con el abastecimiento de materias primas para elaborar el principio activo del medicamento. Éste se combina con otros compuestos para asegurar la estabilidad del tratamiento. La fórmula final se envasa para que llegue a los pacientes de forma segura. En cada paso, el medicamento se somete a exhaustivos controles de calidad. Por último, el fármaco se distribuye a mayoristas para que lleguen a los hospitales y las farmacias.

Además, en la mayoría de países europeos, como España, los medicamentos incluyen un código único en los envases [4] que nos permite seguirlos hasta que se dispensan a los pacientes.

El suministro durante la crisis del coronavirus

La crisis sanitaria desatada por la pandemia de coronavirus ha generado nuevos desafíos para la cadena de suministro de fármacos. El compromiso de la industria farmacéutica desde el inicio fue que ningún paciente se quedara sin su medicamento [5]. En España, este desafío ha supuesto garantizar que los 25 millones de personas que necesitan tomar al menos un medicamento al día para controlar su enfermedad lo tuvieran a su disposición. Para ello, desde el inicio de la pandemia, las plantas de producción y de distribución de las compañías de Farmaindustria han tenido que adaptarse rápidamente para evitar posibles desabastecimientos y garantizar la producción y distribución hacia los actores clave.

Además, en nuestro país, buena parte de las 82 plantas de producción de medicamentos de uso humano ampliaron sus turnos [6] para poder estar en funcionamiento durante las 24 horas del día los 7 días de la semana y así poder garantizar la producción de productos considerados críticos o esenciales en las UCI de los hospitales que han luchado contra la Covid-19. En algunos de estos casos, las plantas han llegado a duplicar o triplicar su producción durante la pandemia.