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Aumentar la capacidad de fabricación de medicamentos en España mejorará el abastecimiento de fármacos estratégicos y la competitividad de la industria farmacéutica

Ignasi Biosca, director general de Reig Jofre; Nabil Daoud, director general de Lilly España; Arantxa Catalán, directora de Public Affairs de Sanofi España, y Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria y moderador del coloquio.

La industria farmacéutica está llamada a jugar un papel crucial en la reactivación económica y social de España. El sector se ha convertido en uno de los principales dinamizadores de la economía española, por sus niveles de producción, exportación, productividad y empleo de calidad.

La exportación marcó en 2021 un récord histórico [1], con 17.076 millones de euros, lo que convierte al medicamento en el cuarto producto más exportado: representa el 5,4% de todas las exportaciones que realiza nuestro país. De hecho, las exportaciones farmacéuticas suponen el 20,4% del total de estas operaciones en España de productos de alta tecnología, lo que convierte a esta industria, junto con la aeroespacial, en el sector más importante en este ámbito.

Por tanto, España cuenta con una base industrial muy sólida que le permitiría, con una estrategia adecuada, aumentar las capacidades de fabricación de medicamentos, lo que serviría para garantizar el abastecimiento de medicamentos estratégicos en nuestro país y mejorar la competitividad productiva de la industria farmacéutica [2] a través de su capacitación en conocimiento, tecnología y digitalización.

Estos son algunos de los argumentos esgrimidos este viernes en el coloquio sobre el Presente y futuro de la producción de medicamentos en España, celebrado en el marco del XXI Encuentro de la Industria Farmacéutica Española [3], que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) con el apoyo de Farmaindustria y en el que han participado Nabil Daoud, director general de Lilly España; Ignasi Biosca, director general de Reig Jofre, y Arantxa Catalán, directora de Public Affairs de Sanofi España, bajo la moderación de Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria.

“La industria farmacéutica es uno de los sectores de mayor oportunidad para España, tanto en el terreno de la investigación como en el de la producción. Y, como ya hemos trasladado al Gobierno, estamos en condiciones de impulsar la producción industrial en nuestro país”, afirmó Urzay.

“El futuro Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica [4], previsto por el Gobierno, debería ser el instrumento para articular el impulso a la fabricación de medicamentos en nuestro territorio. No sólo por el impacto favorable en el crecimiento y consolidación de compañías farmacéuticas estratégicas para España que fabrican medicamentos -necesarios siempre, y más en situaciones complejas, como ha sido palpable durante la pandemia-, sino también por las nuevas contrataciones, desarrollo e inversión que realiza cada una de las empresas asentadas en nuestro país, que podría verse multiplicado en un entorno favorable”, aseveró.

Empleo, exportación… y mayor seguridad

Junto a las positivas repercusiones en materia de empleo y exportación, Urzay hizo especial hincapié precisamente en la seguridad de la población desde el punto de vista sanitario. La experiencia de la pandemia ha puesto de manifiesto la excesiva dependencia que tiene Europa de países asiáticos en la producción de principios activos y medicamentos esenciales. Se trata especialmente de medicamentos veteranos, ya sin protección industrial y sometidos en Europa a bajadas constantes de precio, lo que ha ido desplazando su producción a países como China e India, pero que siguen siendo muy valiosos para combatir muchas enfermedades. Las dificultades generadas durante la crisis sanitaria han planteado en Europa la necesidad de recuperar parte de esa producción como garantía ante situaciones de emergencia.

España está en condiciones de responder a esa necesidad, explicó Urzay, quien destacó fortalezas de las plantas de producción de nuestro país como los altos estándares de calidad de las fábricas a costes competitivos frente a otros países de la UE; la capacidad de adaptabilidad y flexibilidad; amplia presencia de tecnologías farmacéuticas avanzadas; disponibilidad de personal cualificado, y un alto nivel de inversión, entre otros factores.

“Sería una gran pérdida de oportunidad no hacer una apuesta firme por reforzar el tejido industrial farmacéutico en España”, subrayó el subdirector general de Farmaindustria, que recordó que desde el sector se han presentado propuestas en este sentido a la Administración en los últimos años.

Precisamente, Farmaindustria tiene previsto presentar en los próximos días el Estudio de la implantación industrial del sector farmacéutico en España, un análisis en profundidad de las plantas de producción de medicamentos españolas, desde el número de empleados, tipo de producto o tamaño y digitalización de la planta hasta el volumen de negocio generado, nivel de inversión o impacto ambiental, anunció Urzay.

La oportunidad de un salto de España en investigación biomédica

También en términos de fortaleza y oportunidad para España se ha debatido en Santander sobre la investigación biomédica, de la mano de referentes en este ámbito como Antonio López Navas, coordinador del Plan Nacional frente a la Resistencia de los Antibióticos (PRAN); María Victoria Mateos, presidenta electa de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), y Fernando Rivera Herrero, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Cantabria).

Como recordó Amelia Martín Uranga, directora asociada de Investigación Clínica y Traslacional de Farmaindustria y moderadora del coloquio, hoy no se puede concebir un sistema sanitario de calidad sin una sólida actividad investigadora, “y es la base sobre la que ha de levantarse una sociedad moderna. España es un país preparado para asumir una posición de referencia internacional en la investigación biomédica del futuro, más compleja y personalizada. Pero jugamos con ventaja, puesto que ya somos un referente en investigación clínica”.

“La colaboración desde hace años entre Administración, agencia reguladora, investigadores, hospitales, clínicos, pacientes y compañías farmacéuticas ha hecho que hoy nuestros centros participen en tres de cada diez ensayos que se realizan en Europa. Y también se ha traducido en que España haya sido el primer país de la región y el cuarto del mundo en número de ensayos clínicos para la Covid-19”, añadió.

Los frutos de este trabajo bien hecho se están recogiendo, como muestra el hecho de que en 2020 y 2021 la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) haya autorizado una media de mil ensayos anuales, de los cuales ya un 22% son para enfermedades raras. “A 31 de agosto de 2022, tenemos contabilizados más de 600 estudios, y el 84% de ellos son promovidos por la industria farmacéutica, lo que demuestra el compromiso de este sector con la investigación biomédica en nuestro país. Creo que debemos estar orgullosos de lo que se está logrando”, informó Martín Uranga.

Para seguir ganando terreno y consolidar este liderazgo español en investigación, se deben seguir mejorando las infraestructuras e incrementar los recursos destinados a la investigación, así como dar pasos relevantes en el ámbito de la digitalización de los procesos de la investigación clínica para también trabajar en una descentralizar estos procesos y permitir una mayor equidad territorial en la participación de los pacientes en los ensayos clínicos. A ello sumó la necesidad de impulsar también la investigación básica y preclínica, en un marco de colaboración público-privada.  “Es un momento oportuno para ello y todos debemos trabajar como país para conseguirlo”, defendió la portavoz de Farmaindustria, que recordó también el convencimiento de la industria, que viene haciendo propuestas en este sentido a la Administración.

“La cooperación multisectorial, internacional y el modelo de colaboración público-privada es una historia de éxito, como ha demostrado la pandemia por coronavirus, por lo que su fortalecimiento e impulso deben ser considerados como grandes desafíos de futuro para nuestro sistema sanitario”, resaltó.

Hay que recordar que esta visión de oportunidad para España en materia de impulso a la I+D y la producción de medicamentos está en línea con el conjunto de la industria farmacéutica en Europa ante el desarrollo de la Estrategia Farmacéutica Europea [5]. Las compañías insisten en la necesidad de entendimiento entre autoridades e industria para crear el marco adecuado para que el sector farmacéutico pueda desarrollar todas sus potencialidades y contribuir en mayor medida al crecimiento social y económico de la región.

Antonio López Navas (PRAN), Amelia Martín Uranga (Farmaindustria), María Victoria Mateos (SEHH) y Fernando Rivera (Hospital Marqués de Valdecilla).